¿A QUIÉN LE IMPORTABA TÚNEZ?

Resulta aleccionador visitar la página del Ministerio de Asuntos Exteriores español y leer la Nota país Túnez. Según el ministerio español, "El régimen del Presidente Ben Alí, reelegido en 2004, se caracteriza por su estabilidad, aunque adolece de personalismo y de carencias democráticas." Todo un prodigio de literatura diplomática. En la nota se destaca que "Túnez es un socio político y comercial de primer orden para España, y entre los dos países reina una buena sintonía diplomática." Es más, abunda en que "El Acuerdo de Asociación entre Túnez y la Unión Europea, primero en su género, fue firmado durante la Presidencia española de la UE" y, sin duda lo más sensacional y destacable del régimen de Ben Ali, que "Túnez ha apoyado firmemente la iniciativa de la “Alianza de Civilizaciones” propuesta por el Presidente Rodríguez Zapatero, y un tunecino es miembro de su Grupo de Alto Nivel."

Evidentemente la nota es anterior a la revolución que ha propiciado la huida de ese presidente que tan buena relación tenía con España. Pero la nota no ha cambiado. Respecto al baño de sangre producido por la revuelta, el ministerio ha emitido unos escuetos y poco comprometedores comunicados. En el primero, en el que se refiere a los "acontecimentos en Túnez" (sic), señala que "El gobierno español sigue con gran preocupación los acontecimientos que se están produciendo en Túnez, lamenta la pérdida de vidas humanas y los daños causados y desea expresar su solidaridad con las familias de las víctimas mortales y de los heridos." Días más tarde, una nueva nota dirá que "El Gobierno español saluda las medidas recientemente anunciadas por el Presidente tunecino. El Gobierno cree que marcan la línea adecuada, en la que debe profundizarse, para restablecer la normalidad y contribuir a un futuro mejor para Túnez. El Gobierno apela a que la responsabilidad y la voluntad de concordia guíen en estos momentos la actuación del ejecutivo tunecino." Son ganas de apoyar a mon ami Ben Ali. Finalmente, cuando el presidente tunecino y su cleptocrática familia huyen a Arabia, el gobierno español emite un nuevo y sabio consejo en forma de comunicado "Ante las últimas informaciones que apuntan a que el Presidente Ben Ali ha abandonado Túnez y se
ha declarado el estado de sitio, el Gobierno español hace un llamamiento a la cal
ma y apela a las autoridades que han asumido provisionalmente el poder para que promuevan la concertación nacional en estos momentos difíciles y convoquen elecciones generales cuanto antes y con plenas garantías."

Volvamos a la aséptica "nota país Túnez". ¿Que dice el ministerio sobre derechos humanos en el paraíso de Ben Alí?: " El país es seguro, en parte gracias a un fuerte control policial. Existe la censura sobre las publicaciones y los medios de comunicación. En los últimos meses ONGs internacionales han lamentado carencias en la consolidación de asociaciones profesionales y de defensa de intereses de la sociedad civil."

Nada importante. En los últimos meses algunas pequeñas carencias. Yo estuve en Túnez hace 12 años. Se trataba de una dictadura con un ligero barniz democrático necesario para justificar la "adhesión inquebrantable" al caudillo Ben Alí. Algo que me sonaba muchísimo. Era lo más parecido al franquismo que había visto nunca. Un país amable con los turistas y durísimo con la población. Policía política por todas partes. Cárceles repletas de opositores y "hábiles interrogatorios" en las comisarías. Mi objetivo en Túnez era hacer un reportaje sobre la situación de los defensores de derechos humanos. Se trataba de un proyecto más amplio, enmarcado en un programa especial sobre los defensores de los derechos humanos en diferentes partes del mundo para celebrar el 15 aniversario de 30 Minuts.

Obtuvimos permiso para grabar en Túnez con la excusa de cubrir las elecciones generales. Por la mañana rodábamos actos electorales -a mayor gloria de Ben Alí- y por la tarde, desembarazándonos de nuestros guías oficiales -obligatorios- visitábamos a opositores y personas que habían padecido la represión por motivos nimios o simplemente por ser periodistas. Nuestros guías se asombraban que no dedicáramos la tarde a ir a la playa y prefiriéramos "quedarnos" en el hotel. En nuestras visitas a la oposición nos seguía la policía. Pero no se atrevieron a abordarnos. Para evitar que nos "robaran" las cintas de video en el hotel, las llevábamos encima todo el tiempo. La deliciosa paradoja fue que llevábamos las cintas clandestinas con nosotros en el mismísimo ministerio del Interior durante la noche del recuento electoral -¿adivinan quien ganó casi con el 100 por ciento de los escrutinios?- y también en la cena que ofreció un ministro a los periodistas que habíamos ido a cubrir las elecciones.

El resultado de todo ello es el documental Drets humans: herois anònims, en el que se expone las penosas condiciones en las que desarrollan su labor los defensores de los derechos humanos en Colombia, Bielorrusia y Túnez.

En el video, la parte dedicada a Túnez comienza en el minuto 40.

Sobre la relación entre España y Túnez también es interesante el artículo de Ignacio Cembrero Lecciones tunecinas para Europa. Igualmente recomendable es El triunfo de la ciberguerra en Túnez

Y para las últimas novedades, #Tunez (twitter)

Por último, aunque no venga a cuento, siempre es bueno recordar el "Night in Tunisia" de Dizzie Gillespie. En esta ocasión, junto a Arturo Sandoval en La Habana.


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SANTIAGO TORRES, periodista i autor de documentals