BILL RICHARDSON, LA ESPERANZA LATINA, DIMITE

En Estados Unidos la gente dimite. Incluso de cargos que todavía no ha asumido.

Bill Richardson, el gobernador de Nuevo Mexico, el latino que más alto ha llegado en la administración norteamericana y que debía ser el próximo secretario de comercio (ministro) de la nueva administración Obama ha renunciado a ese cargo. 

 La razón: un gran jurado investiga los contratos obtenidos en su estado por una compañia californiana que había contribuído con fondos a diversos comités electorales del político demócrata. En teoría esas aportaciones no son ilegales y Richardson confiaba en salir limpio de la encuesta. De hecho, la existencia de la investigación ya se conocía antes de ser designado para el cargo. Pero ante la lentitud del proceso, que no acabaría antes de su designación, Richardson ha, o le han, dimitido.

En Estados Unidos, además, los candidatos a altos cargos públicos han de pasar un "examen de idoneidad" ante el Senado. Es lo que se conoce como "confirmation hearings" y allí aparecen todos los trapos sucios. Allí se aplica a rajatabla lo que explicaba Plutarco de la mujer del césar: no sólo ha de ser honesta, sino parecerlo.

Otro gran ejemplo de la democracia americana.

Me sabe mal lo de Richardson. Es latino y tiene un magnífico sentido del humor. Veanse si no los anuncios de cuando se presentó como candidato a la presidencia:



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